Tempraneaba mi infancia cuando vi mi primera obra de teatro. Quedé completamente cautivado.
A partir de aquellos jovenísimos doce años, vivo fascinado por el arte de la interpretación. En Francia lo tiene muy claro: en francés “actuar” es juer (jugar). Lo mismo sucede en inglés: to play a role. Para mí, interpretar es un juego. La infancia es el momento en que todos nosotros hemos jugado con mayor libertad. Ser actor es para mi volver a esa pureza infantil, donde todo sucede de verdad y todo es posible. La técnica que he aprendido desde entonces, lejos de encajonarme como intérprete, me ha dado herramientas para jugar con todavía más libertad. Mi formación no solo ha consistido en aprender las reglas del juego actoral, sino a ir más allá de las normas. Siempre se me ha dicho que soy un actor de instinto, un animal escénico. Pero no todo es naturaleza, sino que también hay mucho oficio y formación. Compaginar mi carrera como actor con mis estudios en filosofía me ha ayudado a ahondar en mis personajes.
Ahora me estoy formando en interpretación en el Institut del Teatre de Barcelona.
Me entreno como actor a diario, puliendo la técnica, preparado en todo momento para entrar a jugar.
Idiomas: Catalán central, castellano e inglés muy altos.
